El año 2022 ha empezado siendo especialmente favorable para el crecimiento del ecommerce en general y de las actividades de cross-border ecommerce en particular, manteniéndose en línea con las tendencias positivas de los dos últimos años. De hecho, el proceso de compra se ha trasladado en gran medida a la modalidad online, con el consiguiente impacto también en varias dinámicas más o menos profundas que rigen los distintos aspectos del mercado, desde las elecciones de los consumidores hasta la logística.
La venta online de productos alimentarios no es una excepción frente a esta tendencia general, lo que lleva a empresas y consumidores a plantearse nuevas preguntas: ¿cómo entender si tiene sentido confiar en una determinada marca?, ¿cómo garantizar la frescura de un determinado producto?, ¿qué productos comprar online y cuáles no? Por otro lado, ¿cómo gestionar los servicios de transporte y entrega garantizando la calidad de los alimentos y bebidas?, ¿cómo se puede hacer frente a la insatisfacción de los clientes?.
Estas son sólo algunas de las cuestiones que no sólo describen los cambios que se están produciendo en el mercado actual, sino que también apuntan en la dirección de cómo proceder en el futuro para entender cómo abrir y gestionar un ecommerce de alimentos, más aún si es transfronterizo.